Se acaba de hacer público el descubrimiento de más de 10.000 enanas marrones, realizado mediante el análisis de los datos de DES, VHS y WISE. Este trabajo ha sido publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, y ha sido liderado por el investigador del CIEMAT Aurelio Carnero Rosell, que ha trabajado junto a investigadores de la Universidad Federal Rio Grande do Sul de Brasil y de la Universidad de Hertfordshire del Reino Unido.

Las enanas marrones son estrellas de muy baja masa. Tan baja, que no han sido capaces de producir reacciones de fusión nuclear en su interior, y por lo tanto, brillan muchísimo menos que las estrellas comunes. Esto les confiere unas características especiales. Por ejemplo, su gran estabilidad: mientras que las estrellas de la secuencia principal viven miles de millones de años, las enanas marrones pueden llegar a vivir trillones de años. Además, por su baja masa, algunas de ellas se asemejan mucho a los planetas gigantes, por lo que se pueden considerar como el eslabón entre ambos tipos de objetos.

La importancia de este nuevo catálogo reside en que las enanas marrones, pese a ser de los objetos más abundantes en la Vía Láctea, son al mismo tiempo de los menos conocidos. Fueron propuestas teóricamente en la década de los 60 del siglo XX, pero hubo que esperar hasta 1994 para confirmar su existencia. Desde ese momento, pocas miles de ellas han sido descubiertas, generalmente confinadas a la vecindad del Sistema Solar. Hoy, con la publicación de este trabajo, se pone a disposición de los científicos una muestra lo suficientemente grande como para colocar las enanas marrones en el contexto de su formación y distribución dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Aunque brillan muy poco, son detectables en emisiones no visibles, como las infrarrojas y  las de radio. De ahí que, con la gran sensibilidad de DES en el infrarrojo cercano, junto a VHS y WISE (observatorios en el infrarrojo y en radio respectivamente), podamos hacer una clasificación precisa de estos objetos, como se demuestra en el artículo. En este estudio, además, se hace una medida de su distribución espacial dentro de la Vía Láctea, y se miden algunos parámetros estructurales relacionados con su proceso de formación. Los valores obtenidos en el análisis confirman que la población de enanas marrones es de mayor edad que las estrellas de la secuencia principal. A su vez, este estudio indica que la población de enanas marrones detectadas por DES es más caliente que las encontradas previamente, tal y como se esperaba según las teorías actuales.