Un reciente proyecto de investigación en el que han participado investigadores de Oticon e Interacoustics, además de un grupo internacional de prestigiosos investigadores, ha demostrado la existencia de un mecanismo de procesamiento de la señal del habla en el sistema auditivo hasta ahora desconocido. Dicha investigación ha sido publicada por Nature Communications.

Para entender el habla, los detalles acústicos nos permiten distinguir las palabras. Es decir, que solo se necesita un detalle mínimo para reconocer una voz. Sin embargo, hasta la fecha, no se conocía el mecanismo a través del cual el sistema auditivo extraía estos detalles. Este estudio ha descubierto, por tanto, una nueva función del oído interno, que detecta los detalles acústicos dentro del habla y los convierte en información que llega al cerebro.

Esta revelación es un importante paso para entender cómo funciona el proceso de escucha y el oído interno en particular. De hecho, puede ayudar a los profesionales a entender de manera más precisa e individualizada cómo realizar el diagnóstico de pérdida auditiva, pudiendo a su vez servir de inicio para el desarrollo de audífonos más personalizados que pueden proporcionar mayor ayuda al cerebro.

Este nuevo artículo, Un mecanismo mecanoeléctrico para la detección del sonido en el órgano auditivo, es el resultado de un estudio elaborado durante 9 años. La investigación arrancó en 2009, con tres investigadores principales, entre ellos Thomas Lunner, del Centro de Investigación Eriksholm, perteneciente a Oticon. Además, James Harte, de Interacoustics, una empresa del grupo William Demant, también se integró rápidamente en el estudio, que se ha convertido en una colaboración entre 13 investigadores expertos en el oído interno, procedentes de cinco países diferentes diferentes.

“Ahora somos capaces de entender una parte del sistema auditivo que no se conocía antes. El sonido viaja a través del oído como ondas mecánicas, que son luego trasladadas a través de impulsos eléctricos al cerebro gracias a las células ciliadas internas y externas. Hasta la fecha, solo era posible realizar el diagnóstico de las células ciliadas externas, por ejemplo, en los recién nacidos. Este descubrimiento puede ayudar a conseguir los primeros métodos de diagnóstico del estado de las células del oído interno, con la posibilidad de mejorar el procesamiento individualizado de los audífonos para apoyar mejor las funciones cerebrales y finalmente, reducir el esfuerzo del cerebro para entender el sonido.”, explica Thomas Lunner, PhD, profesor y director del área de investigación en ciencia de la audición cognitiva de Eriksholm, laboratorio de investigación perteneciente a Oticon.

Este estudio, por tanto, sienta las bases para la creación de nuevas herramientas de diagnóstico de la pérdida auditiva, poniendo de manifiesto que no se trata solo de un avance médico, sino también tecnológico.