La nueva edición del Atlas Mundial de la Desertificación, realizada por el Centro Común de Investigación (Joint Research Center, JRC), servicio científico y de conocimiento de la Comisión Europea, muestra que más del 75% del área terrestre está degradada y esta evolución apunta a que más del 90% lo estará en 2050.

El Atlas es una primera valoración exhaustiva del actual proceso de degradación de los suelos y sus autores subrayan la urgencia de adoptar medidas correctoras. Por ello, también es una herramienta fundamental para quienes toman las grandes decisiones, ya sean integrantes de gobiernos o responsables de empresas. El crecimiento de la población y los actuales hábitos de consumo están presionando los recursos del planeta a límites sin precedentes.

El Atlas proporciona ejemplos de cómo la actividad humana lleva a las especies a la extinción, amenaza la seguridad alimentaria, intensifica el cambio climático y desplaza a las personas de sus hogares.

Según el Centro Común de Investigación:

  • Cada año se degrada una superficie total equivalente a la mitad del tamaño de la Unión Europea (4,18 millones de km²). África y Asia son las zonas más afectadas.
  • La degradación de los suelos y el cambio climático provocarán una reducción del rendimiento mundial de los cultivos de, aproximadamente, un 10 % de aquí a 2050. La mayor parte de esta degradación se producirá en la India, China y el África subsahariana, donde la producción de los cultivos podría disminuir a la mitad.
  • La aceleración de la deforestación dificulta mitigar los efectos del cambio climático.
  • Hasta 2050 unos 700 millones de personas serán desplazadas de su hábitat por la falta de recursos del suelo.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

El objetivo número 12 de la Agenda 2030, aprobada en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de 2015, se centra en ‘Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles’, para impedir procesos como el de desertificación.

La actual dinámica actual de producción y consumo desperdicia, anualmente, un tercio de los alimentos producidos en el planeta. En una sociedad donde 2 billones de personas padecen sobrepeso u obesidad, se malgastan 1.300 millones de toneladas de alimentos, mientras 1.000 millones de personas sufren desnutrición y otros 1.000 millones padecen hambre.

La filosofía de ‘usar y tirar’ debe ser, a la vista de estos y otros hechos, descartada del comportamiento humano. Para ello, es preciso acudir a los núcleos de producción, es decir, a las empresas industriales que tienen la capacidad de diseñar y aplicar estrategias de negocio encaminadas a la sostenibilidad. Su actual progresión hacia la inevitable transformación digital, que supone no sólo la aparición de nuevos modelos de negocio sino un cambio de mentalidad empresarial sin precedentes, parece el momento idóneo para abandonar las estrategias económicas lineales que han desembocado en la situación actual.

Economía circular para la sostenibilidad

La economía circular repara y regenera y, en ella, los productos, componentes y recursos mantienen su utilidad y valor hasta agotarse. Es un ciclo continuo de desarrollo positivo para conservar y mejorar el capital natural, optimizando el uso de los recursos. Además, funciona de forma eficaz en todo tipo de escala.

Un estudio realizado por The Conference Board, en colaboración con la Comisión Independiente de Revisión Regulatoria concluyó que los ingresos procedentes de productos y servicios sostenibles crecieron seis veces más que los ingresos totales de las empresas. Entre 2010 y 2013, en varias industrias, los ingresos procedentes de la sostenibilidad crecieron un 91%, mientras que los totales de las compañías crecieron un 15%.

El informe Driving Revenue Growth through Sustainable Products and Services: Strategic Overview señala que cuando la sostenibilidad se incorpora a la planificación estratégica y es respaldada por la inversión en I+D, capta clientes, atrae inversores, impulsa la innovación y acelera el ritmo de crecimiento, además de generar nuevas oportunidades de negocio.

Iniciativa empresarial

La empresa Patagonia aplica la economía circular a sus productos y su fundador, Yvon Chouinard, afirma que “el negocio sostenible es un buen negocio”. La misión de Patagonia es: “fabricar el mejor producto, no causar daño innecesario, utilizar el negocio para inspirar e implementar soluciones que resuelvan la crisis medioambiental”.

En 2005, Walmart, la organización minorista más grande del mundo con 2,3 millones de empleados y una facturación en torno a los 423.000 millones de euros, decidió aumentar la eficiencia de su flota y su consumo de energía, reduciendo significativamente los desechos generados por sus establecimientos en EEUU.

Dos años más tarde, cuando todavía no se había definido el concepto de ‘sostenibilidad’, anunció tres nuevos objetivos: Se abastecería con energía 100% renovable; generaría cero desperdicios y vendería solo productos sostenibles para las personas y el medio ambiente.

Para avanzar correctamente en este camino fundó The Sustainability Consortium, compuesto por fabricantes, minoristas, proveedores, ONG, agencias gubernamentales y expertos, que trabajan para crear una nueva generación de productos y redes de suministro que cumplen con los imperativos sociales, ambientales y económicos actuales.

Desde ese momento Wallmart ha diseñado programas en los que su cadena de valor tiene una misión que cumplir en la preservación ambiental. En abril, por ejemplo, sus proveedores informaron de que la emisión de gases de efecto invernadero en la cadena de valor se redujo en más de 20 millones de toneladas métricas (MMT) en un año, dentro del Programa Gigaton lanzado un año antes. El objetivo es haber reducido esas emisiones en una gigatonelada (1.000 millones de toneladas) en 2030.

El papel de la Tecnología en la sostenibilidad

La transformación digital, las capacidades de análisis y la gestión de enormes volúmenes de datos se encuentran detrás de estas iniciativas. La digitalización apoya procesos que ayudan a producir bienes de manera responsable.

El fabricante líder mundial de chocolate y productos de cacao de alta calidad, Barry Callebaut, ha creado una cadena de suministro más sostenible y fuerte, integrando más de 65.000 pequeños productores de cacao de Costa de Marfil, al tiempo que ha mejorado los medios de subsistencia de sus familias y zonas. En su caso, está utilizando soluciones de SAP para controlar y gestionar la trazabilidad de los productos desde la granja a la fábrica, mejorando la capacidad de análisis para alcanzar un cultivo sostenible de cacao.

Fuente: @SAPSpain