Periódicamente, cada vez con más asiduidad, leemos artículos o comentarios de expertos que afirman que, a medida que la tecnología de Inteligencia Artificial o la robotización de los procesos extiendan sus capacidades y protagonismo, los empleos irán desapareciendo y muchas personas pueden quedar fuera del sistema.

Sin embargo, preferimos prestar atención a voces que también están altamente cualificadas y parecen saber hacia dónde dirigir nuestros pasos para formarnos o reciclarnos y, así, mantener nuestro papel en esta sociedad. Los estudios alrededor de esta situación son cada vez más habituales y muestran que la realidad no es tan negativa. El futuro, sencillamente, será muy diferente a lo que conocemos hoy.

Sólo hay que mirar un poco hacia atrás: es más que probable que haya personas que no sepan que existió el trabajo de farolero, y no de la costa que se dice farero, sino de las ciudades donde la iluminación pública, a base de lámparas de gas, requería la intervención humana. O el de telegrafista, que se vio desplazado cuando el teléfono se generalizó. ¿Y los agentes de viajes? Hoy día la práctica totalidad de la población de los países desarrollados visita Trivago y otras webs de referencia para organizar sus vacaciones.

La desaparición de tipos de trabajo no es algo lejano, sino diario, y todos tenemos la oportunidad de prepararnos y reciclarnos en una sociedad tan informativa e informada como la nuestra.

El último Foro de Davos ya señaló que el 65% de los niños que nacen hoy trabajarán en profesiones que no existen y que, en algún caso, aún no podemos imaginar. El copresidente del Consejo sobre el futuro del trabajo, el género y la educación de este foro, Stephane Kasriel, afirma que “algunos trabajos desaparecerán y es fácil saber cuáles. Lo que no está tan claro es qué oficios se demandarán en treinta años. Además, no habrá escasez de empleos en el futuro, sino escasez de habilidades para cubrir los puestos de trabajo”.

Las máquinas, y también las rutinas de software y los programas, necesitan al ser humano para funcionar, son herramientas. Lo mismo sucede con otras disciplinas porque no todo es tecnología, procesos de fabricación o desarrollo de nuevos negocios. Todo está cambiando, pero lo que desaparece será sustituido por algo más útil y adecuado para el momento. Estos y otros factores dejan claro que, en el futuro, el trabajo no va a desaparecer; sólo va a cambiar.

Los expertos de Center Future of Work han recopilado información sobre el tipo de tareas que, en unos 10 años, van a desencadenar una oferta importante de empleo y que no necesariamente estarán relacionados con la tecnología. Aquí reflejamos algunas de estas propuestas, junto a otras efectuadas por otros expertos.

Facilitador TIC

En las empresas es muy común que los usuarios utilicen servicios basados en la nube sin el conocimiento del departamento de TI; por ejemplo: agendas o proyectos útiles en el día a día, o aplicaciones de gestión de tareas que no han pasado por el filtro de la autorización para su utilización. Sin darse cuenta, y buscando la agilidad en su trabajo diario, el usuario expone a su empresa a riesgos no previstos, como que los datos que usa no estén protegidos debidamente o no cumplan los estándares oficiales.

A esto se lo denomina Shadow IT y puede solucionarse por el papel de una nueva profesión que los autores del estudio de Center Future llaman Bring Your Own IT Facilitator. Es un profesional cuyo objetivo será crear una plataforma de autoservicio automatizada para que todos los usuarios elijan la aplicación que necesitan, generen asistentes virtuales que mejoren su productividad y cualquier otra tarea, manteniendo el control de los datos, la seguridad y el cumplimiento de las reglas establecidas. Se trata de un tipo de trabajo ligado con la tecnología en un nivel bajo-medio.

Gerente de desarrollo de negocio de Inteligencia Artificial

Definirá, desarrollará y desplegará programas específicos para acelerar las ventas y realizar actividades de desarrollo empresarial relativas a la Inteligencia Artificial (IA). Diseñará propuestas de valor centradas en el cliente. Su trabajo será transversal ya que colaborará con ventas, marketing y equipos de socios estratégicos para posicionar los servicios de IA ajustándolos a la demanda de clientes y socios. Es un puesto vinculado con la tecnología a un nivel bajo-medio.

Analistas y programadores de Internet de las Cosas (IoT)

En 2014 Internet de las Cosas ocupaba a alrededor de 300.000 profesionales especializados. La evolución de esta tecnología cifra en 4,5 millones el número expertos que serán necesarios, en 2020, para cubrir la demanda procedente del mercado de IoT. Su perfil deberá ser el de trabajadores formados en ingeniería informática con conocimientos analíticos, de programación y lógica, además de Big Data.

Diseñador de órganos

En Europa, según Eudonorgan, hay alrededor de 87.000 personas que esperan un trasplante pero sólo hay 10.500 donantes anuales. Pero, ahora mismo, está naciendo y evolucionando una nueva disciplina, la bioimpresión. Un equipo de especialistas en medicina regenerativa de EEUU demostró, en 2016, la viabilidad de tejidos vivos impresos usando una impresora 3D creada por ellos. Tras ello se encuentra una de las ciencias más prometedoras: la medicina regenerativa.

Estos son algunos de los nuevos empleos que tendrán que ser ocupados por humanos, y no mencionamos a los relacionados con los recursos humanos, la creatividad, las artes… Quizá donde haya una mayor preocupación, debido a la rapidez y facilidad de su robotización, sea en la fabricación y determinadas industrias. McKinsey&Company es una de las consultoras más activas en su análisis del empleo y su futuro. La infografía que ha realizado en su análisis de dónde pueden ser reemplazados, o no, los seres humanos, ayuda a comprender el futuro más inmediato.

Fuente: SAP Business One