Es el único caso documentado de niño salvaje en España. Vivió 13 años en una cueva de Sierra Morena. Cuando tenía seis años fue vendido por su padre a un pastor, y fue a la muerte de este, quien había vivido con él en una cueva, cuando quedó abandonado en medio de la naturaleza. Más tarde fue encontrado en 1965 por la Guardia Civil, tras once años viviendo en completo aislamiento de los seres humanos y con la sola compañía de los lobos. Un sacerdote le enseñó a pronunciar el idioma y fue internado en el Hospital de Convalecientes de la Fundación Vallejo en Madrid, hasta ser reintroducido como adulto en la vida en sociedad. Hizo el servicio militar y se dedicó a trabajar como pastor y en la hostelería. Sufrió numerosos timos y engaños, al desconocer el funcionamiento de la sociedad y el significado del dinero. Tras vivir en Fuengirola (Málaga) e incluso llegar a habitar en una cueva, se trasladó a un pueblo llamado Rante, en Galicia, donde reside actualmente. La historia de Marcos es el tema del documental «Marcos, el lobo solitario» del director español Gerardo Olivares.