Los resultados de la segunda encuesta sobre el clima del Banco Europeo de Inversiones (BEI), en colaboración con la empresa de estudios de opinión y consultoría BVA, muestran que, a pesar de que los españoles están muy preocupados por este desafío, la mayoría de ellos son optimistas en cuanto a la posibilidad de ganar esta batalla. Mientras que el 89 % de la población española reconoce que los seres humanos tienen una responsabilidad en las causas que provocan el cambio climático, el 68 % también cree que la situación es reversible, y hasta un 80% se considera parte de la solución para resolver esta crisis, 11 puntos por encima de la media europea (69 %). A nivel local, este optimismo alcanza el 83 % en la Comunidad de Madrid, mientras que es ligeramente inferior en Cataluña, donde el 76 % de los ciudadanos cree que sus acciones pueden marcar la diferencia.
Las respuestas de los españoles son similares a las de sus vecinos mediterráneos de Italia, Grecia y Croacia: los ciudadanos de Europa del sur comparten el optimismo en la lucha contra el cambio climático. Aunque todos expresan su preocupación al respecto, consideran que otras cuestiones como el desempleo son el mayor problema al que se enfrentan en sus respectivos países. El 72 % de los españoles asegura que el desempleo es el primero de los tres desafíos principales a los que se enfrentan, seguido de la inestabilidad política (56 %) y el cambio climático (42 %). En cambio, los países de Europa del norte, como Dinamarca, los Países Bajos, Alemania o Austria, perciben la crisis climática como la mayor amenaza actual. Este patrón también se refleja en la percepción del impacto del cambio climático sobre la vida diaria de las personas: los ciudadanos de los países mediterráneos reconocen un mayor impacto, con un 94 % en el caso de Italia y un 87 % en España, mientras que la proporción es del 63 % en Dinamarca y del 66 % en Suecia.
A escala mundial, el «cambio climático» también se percibe como uno de los principales retos en otras áreas del mundo, en diferentes grados: el 73 % de los ciudadanos chinos considera que el «cambio climático» es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la sociedad, muy por delante de los europeos (47 %) y de los estadounidenses (39 %)[3]. Los datos de la encuesta también muestran que los chinos son mucho más optimistas que los habitantes de otras regiones: el 80 % de los chinos cree que todavía es posible revertir el cambio climático, mientras que solo el 59 % de los europeos y el 54 % de los estadounidenses comparten este optimismo.
A pesar de su optimismo general sobre la resolución de la crisis climática, los ciudadanos españoles son más proclives que el conjunto de los europeos a pensar que tendrán que emigrar en el futuro, tanto dentro como fuera de España, como consecuencia del cambio climático. El 36 % (10 puntos por encima de la media europea) cree que tendrá que trasladarse a un país o región más frío en el futuro. La generación más joven lo considera un problema especialmente grave: más de un 60 % cree que tendrá que mudarse a zonas más frías del país o al extranjero debido al cambio climático.
Emma Navarro, vicepresidenta del BEI responsable de la acción por el clima y el medio ambiente, ha reaccionado así a los resultados de la encuesta: «Los ciudadanos españoles están muy preocupados por el cambio climático y el impacto que tendrá en su vida cotidiana y en su futuro, pero al mismo tiempo son optimistas sobre la posibilidad de solucionar la crisis climática. Esto se refleja en la encuesta del BEI, una herramienta clave para comprender la percepción de los ciudadanos sobre el cambio climático, así como lo que esperan de sus líderes en los sectores público y privado. El BEI, como banco del clima de la Unión Europea, es uno de los mayores proveedores de financiación climática en todo el mundo y está comprometido a hacer mucho más. Por eso, escuchar el punto de vista de los ciudadanos es clave para asegurarnos de que abordamos sus preocupaciones, sin dejar a nadie atrás».